Las agresiones contra personal médico y de enfermería que atiende a pacientes de COVID-19 en distintos estados del país continúan, por lo que las autoridades ya empezaron a tomar medidas.
El caso más reciente ocurrió en la Ciudad de México, en una clínica del IMSS en Azcapotzalco, donde familiares de una persona que falleció por coronavirus agredieron a médicos que les impedían acercarse al paciente para evitar contagios.
La secretaria de Gobierno capitalina, Rosa Icela Rodríguez, informó este viernes que se reforzará la seguridad en los hospitales en los que se atiende a pacientes de COVID-19, con el objetivo de proteger al personal médico y de enfermería.
En videoconferencia, la funcionaria precisó que el resguardo se realizará al exterior de hospitales y clínicas, desde donde los elementos de seguridad estarán al pendiente de cualquier incidente.
“Todo lo que haremos es al exterior. Ante este lamentable hecho, que es de todas formas reprobable, hemos estado pendientes. Lo que podemos hacer es pedir la responsabilidad de las familias, que sabemos que tienen dolor, que nos ayuden a valorar no solo una vida, sino la de todos”, dijo Rodríguez.
Esta decisión también se tomó luego de que el director del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, informó que entregará una petición formal a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital (SSC) para que se brinde protección a las unidades médicas.
El personal del Hospital Regional del ISSSTE en Oaxaca es otro ejemplo de estas agresiones; estas fueron cometidas por parte de un funcionario local, Daniel López Regalado, diagnosticado con COVID-19, quien escupió a médicos por no recibir un trato preferencial, razón por la que fue destituido.
Mientras estas medidas de seguridad se dan a conocer en la Ciudad de México, personal médico y de enfermería de un hospital del IMSS en la Sierra Norte de Oaxaca denunció amenazas por parte de la autoridades municipales y tratos discriminatorios de la población.
Este incidente se registró en Villa Alta, donde se decretó un toque de queda como medida ante el COVID-19. Según los reportes de la prensa local, 10 médicos y enfermeras fueron retenidos por la fuerza por instrucciones del alcalde, Claudio Pacheco.
Además, señalaron que los habitantes de la comunidad los discriminan, pues creen que están contagiados. Incluso, dijeron, les niegan la venta de insumos básicos y a una doctora hasta la desalojaron de la habitación que rentaba.
En Baja California, donde también se han reportado agresiones contra personal médico y de enfermería, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDHBC), pidió a la Secretaría de Salud garantizar protección a sus derechos humanos.
El organismo emitió tres recomendaciones.
En la primera solicita que se proporcionen todos los insumos de protección necesarios a médicos y enfermeros, para que puedan realizar con seguridad su labor, así como dotar de estos a todos los hospitales y centros de salud.
En la segunda indicó que, en caso de que no se cuente con los materiales suficientes e idóneos, se realicen las acciones necesarias para que estos insumos sean proporcionados al personal médico.
La tercera recomendación es que se garantice el derecho al descanso y al tiempo libre a médicos y personal de enfermería, así como a residentes, internos de pregrado y pasantes.
Además, la comisión abrió los expedientes CEDHBC/TIJ/Q/267/2020/4VG y CEDHBC/TIJ/F/1572/20/4VG para la investigación de posibles violaciones a los derechos humanos en la actual contingencia.